Formulario de contacto

 

Mi Primer Año de Vida


     Adaptarse a este mundo exterior es difícil. Recuerda que ambos nos estamos adaptando a cambios muy grandes en nuestras vidas…

     Llorar es el mejor modo que tengo para comunicarme, por eso lo hago tan a menudo. Puede ser que esté mojado, que necesite un cariño o que tenga hambre. Me siento bien cuando mami o papi me arrullan, me miran a los ojos y me hablan suavemente mientras como. Y cuando lloro de hambre y mami me da de comer aprendo que soy capaz de comunicarme y que puedo lograr resultados.

     También me fascina explorar, descubrir lo que me rodea. Por eso puede que me aparte para ver quién está cerca o para descubrir de dónde proviene un ruido; me encanta agarrarte los dedos y la ropa o mirarte con una amplia sonrisa. Cuando yo te acaricie hazlo tú también. La hora de la comida es más que eso: es el momento de absorberlo todo, de explorar y de sentirme junto a ti.Tú y mi familia son mis compañeros preferidos de juegos. Por eso me embeleso cuando veo a mami, papi o abuela y lanzo carcajadas de gozo.


    ¿Qué puede ser más divertido que un charco gigantesco en un cuarto calientito donde soy el centro de atención y nadie se atreve a interrumpirnos?  Sólo tú y yo y mi pancita, mi nariz, mis dedos, y todas las partes de mi cuerpo de las que siempre me hablas. Y cuando me enjabonas me siento en la gloria. Cuando terminamos, me encanta que me envuelvas en una toalla tibia y me abraces y me digas qué bien huelo.

     ¿Por qué voy a querer interrumpir nuestros juegos, que son tan divertidos,  para ir a dormir? Podemos hacer cosas divertidas y que me ayuden a relajar como un baño de agua tibia, que me leas un libro, cantarme una canción suave, un masajito y recordarme que es hora de cerrar mis ojitos y descansar.


     A medida que voy creciendo, miro todos esos objetos coloridos, escucho los sonidos, huelo los olores. Aprendo que el mundo puede ser un lugar seguro e interesante para explorar cuando me abrazas y me dices lo que sucede a mi alrededor.Cuando reconozco una caja de mis galletitas favoritas, estaré desarrollando las habilidades que algún día me ayudarán a leer. Algunos días lloro cuando te vas; también puede que llore o que te ignore cuando regresas.

     La magia de ser PADRES no radica en ningún juguete; radica en esos contactos diarios que ayudan al niño a desarrollar habilidades como la confianza, la curiosidad, la cooperación y la comunicación que se necesitan para toda una vida de aprendizaje y éxitos.

Dra. Ruth Meneses
Pediatra Puericultor




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